
La regla de etiqueta que más sorprende de todas a los alumnos iniciados en el AIKIDO u otra Arte Marcial o Budo, es sin duda, el Saludo que se realiza al entrar en el Tatami (lugar de práctica), al empezar y acabar las clases, cuando el Maestro enseña y explica una técnica, o se ponen en práctica las mismas entre los compañeros. El Saludo, es una de las normas de conducta que debe de ser estudiada para saber por lo que se está haciendo cuando la realizamos y para no criticar su inutilidad sino apreciar su necesidad.
Posiblemente, el Saludo, si estuviésemos realizando la práctica en un lugar donde solo se practican Artes Marciales, donde la decoración es oriental, la música también, y los practicantes van correctamente vestidos, no os parecería fuera de lugar, en cambio, cuando se práctica en un
lugar donde la música de la sala de musculación o del Aeróbic no deja de sonar a gran volumen, las paredes están repletas de todo tipo de posters de chicos y chicas, el Tatami rodeado de cosas que lo único que hacen es molestar, el saludo llega a hacerse de forma monótona, sin conciencia
de lo que se hace, convirtiéndose en un movimiento inútil. Es en esos lugares donde el saludo para los practicantes veteranos o noveles incluso para el maestro, se convierte en lo anteriormente citado, un movimiento autómata que no sirve para nada.
Por todo ello, a continuación, os intentaré explicar el significado de esta muestra de respeto, pues doy por sentado que alguna o alguno de vosotros me lo preguntareis durante el transcurso de las clases.
SALUDO ANTES DE ENTRAR AL TATAMI
Éste es el primer saludo que se realiza en clase, y tiene como misión fundamental, demostrar respeto por los compañeros que se encuentran dentro del Tatami, preparándose para empezar la clase o entrenando si se ha llegado tarde a la práctica. También se da el momento en que eres la primera persona que entra al Tatami, entonces te parecerá ridículo ya que no hay nadie dentro, pues te equivocas, es entonces cuando tu saludo va dirigido a ese lugar plagado de colchonetas el cual te ofrece un espacio donde poder practicar y perfeccionar tu Arte Marcial. Ten en cuenta que aunque tú a lo mejor lo practiques como un mero deporte para poder fortalecerte físicamente, o meramente como simples técnicas de defensa personal, hay personas para las que el Tatami de un Arte Marcial, es mucho más, es un lugar donde unas cuantas veces por semana, van a sufrir, a dar lo máximo de sí mismos tanto física como espiritualmente, van a demostrarse que su práctica diaria les aporta bienestar, educación, disciplina, valores que a veces, por desgracia, se echan de menos en nuestra sociedad.
SALUDO AL INICIARSE LA CLASE
En esencia, es bastante parecido al primero, indicando una muestra de respeto hacia el Fundador, en nuestro caso del AIKIDO, hacia la persona que dirige la clase y finalmente hacia totalidad de los alumnos. Ten en cuenta que la suma de estos factores son los que permiten la práctica de cualquier Arte Marcial.
SALUDO AL COMPAÑERO
Este es el saludo más importante de todos, destacándose por su proximidad y espero que por su sinceridad. Cuando saludamos al entrar o salir del Tatami o a la foto del Fundador, parece como si nos faltase algo. Pues bien, ese algo es la respuesta, el sentimiento de saber que lo que hacemos está bien hecho, y eso es lo que recibimos cuando saludamos al compañero (Aunque sea un total desconocido para nosotros), y él nos lo devuelve en señal de agradecimiento. Tened en cuenta que cuando saludamos al compañero, nos comprometemos de forma sincera con él, nos
ofrecemos para trabajar y aprender con él, al igual que él mismo también se compromete con nosotros. Este saludo entre ambos practicantes antes y después de realizar una técnica, es un paréntesis que los sumerge en una relación fraternal, en la que se debe poner el mismo cuidado
entre uno y otro. De esa manera se practicará con más seguridad y más tranquilidad incluso las técnicas más difíciles o peligrosas.
SALUDO AL FINALIZAR LA CLASE
Este saludo es prácticamente igual que el realizado al empezar, al entrar o salir del Tatami.
Estos saludos están distanciados temporalmente entre sí y en resumen configuran la sesión de la práctica. Desde que entramos en un Tatami hasta que salimos de él, aunque no lo percibamos somos diferentes, nos relacionamos de distinta manera con los demás, y salimos siendo algo más que antes, y todo esto lo agradecemos y reflejamos por los saludos.